Bosques y flores admirables

Bosques nativos de roble, coihue, raulí y ulmo proliferaron en los terrenos de Caburgua. Algunos de estos árboles nobles todavía se encuentran en la parte sur del lago y en la cima de los cerros menos accesibles. El arrayán, un árbol pequeño con una corteza rosada, prolifera en las márgenes del lago y los ríos.

Además de árboles, Caburgua luce varias flores silvestres. Los chilcos bordean todos los ríos y arroyos del área. Más tímida es la flor nacional, el copihue. Como enredadera, se esconde en los bosques nativos. La brillante flor rojiza ilumina los bosques donde predomina. A pesar de la prohibición de cosechar la flor, el valor económico incentiva a los campesinos a venderlas en las áreas urbanas, sobre todo durante las fiestas patrias.

Las flores más vistosas, sin embargo, son las del ulmo. Este árbol alcanza una altura de más de 20 metros.  En la primavera se ilumina completamente con flores  blancas.  Las abejas son las que más celebran este florecimiento. La miel que ellas producen es muy apreciada a través de todo el país.

La mala herencia del fuego

Faltaba la inversión y la tecnología para talar los bosques originales. Por lo tanto para limpiar los terrenos, los campesinos usaron el método antiguo de roce del fuego. Durante años de sequía, que a veces correspondían con el florecimiento de la quila, incendios enormes devoraron los bosques. Hoy los troncos se ven como lápidas conmemorando aquellos bosques tan grandes en el pasado.

Peligros en el dominio de la naturaleza

El transporte en Caburgua siempre fue  el problema más grave de la zona. La ruta de Quelhue que apenas se sostenía en las laderas de los cerros del rio Trancura nunca fue más que una huella de caballos y bueyes. La otra ruta y la más usada hoy día cruza arenas volcánicas, y tres ríos...el Turbio, el Trancura y el Liucura... antes de subir el valle hacia el lago.

El Turbio es de poco volumen y fácil de cruzar. Sus aguas nacen de los glaciares del Volcán Villarrica. Sin embargo es una de las rutas preferidas de las escorias del volcán cuando entra en erupción. Mucho más poderoso es el rio Trancura que nace cerca del límite  con Argentina.  El más tranquilo y bello es el río Liucura.

Originalmente se usaron pequeñas balsas para cruzar estos últimos dos pero más tarde fueron reemplazadas por puentes colgantes...tablones sostenidos por cables de hierro. A veces ocurrían accidentes. En 1968 un camión sobrecargado partió los tablones y cayó al río con todo la carga de una escuela prefabricada. Por varios días los padres de la zona estuvieron sacando del  río  los pisos, el techo y las paredes. En otra ocasión un camionero no vio a un ciclista en medio del puente. Cuando aceleró, el puente funcionó como un trampolín y el ciclista voló y luego cayó al río. Milagrosamente sobrevivió.